lunes, 15 de noviembre de 2010

CAPÍTULO 6: CONOCIENDO AL DESCONOCIDO

CAPÍTULO 6: CONOCIENDO AL DESCONOCIDO


Camino a la casa de Cecilia, los habitantes y soldados lo felicitaban y aplaudían, gritaban su nombre, algunos le daban la mano, otros solo lo veían pasar, tal vez aún asombrados por lo que acaban de ver, no faltó una que otra chica por ahí que gritaba: “Raczo hazme un hijo”. 

Siguieron caminando alejándose de la muchedumbre, cuando Raczo le preguntó:

Raczo: ¿Cómo es posible que hayan entrado esos germanos a la aldea y nadie se haya dado cuenta? Porque no han derribado la muralla, ésta aún está intacta.
Néstor: verás, yo estaba muy ocupado en mi cuartel cuando todo esto ocurrió, pero si sé como entraron. No tuvieron la necesidad de destruir la muralla, dado que nuestros soldados les abrieron las puertas.
Raczo: ¿nos traicionaron nuestras propias tropas?
Néstor: no, nada de eso. ¿Recuerdas que te dije que teníamos unos aliados muy poderosos a los que estábamos ayudando con la defensa de su aldea?, pues eran ellos quienes nos atacaron, lo más seguro es que se hayan unido con sus atacantes en contra de nosotros, es por eso que mis soldados les abrieron las puertas, y una vez dentro empezaron a atacarnos. A simple vista no hubiera reconocido que eran los germanos que teníamos como aliados, me di cuenta cuando aniquilaste a aquel germano que estaba acabando con muchos de nuestros hombres, ese paladín era Judas Puñal, uno de los generales germanos de nuestros “aliados”.
Raczo: Pues ese nombre le cae a pelo. XD 
Néstor: pues sí, ahora el problema es cómo le hacemos para regresar a nuestras tropas que están en esa aldea, si es que siguen con vida. 

Al llegar a la casa de Cecilia, ambos vieron que dentro se encontraban Cecilia (aunque de cariño le decian cessy), conversando en la mesa con el viejo Baltasar, también estaban ahí, los tres comerciantes, en donde se da cuenta que los comerciantes eran idénticos (a excepción de uno que tenía cara de distraído).

Baltasar: buen trabajo el que hiciste afuera muchacho, se podría decir que gracias a ti esta aldea sigue en pie, ten por seguro que los aldeanos te estarán eternamente agradecidos.
Raczo: no hay de qué  hemos venido para contarles sobre mi verdadera identidad.
Comerciante 1: aja! Que bien! justo eso esperábamos. Jejeje…
Néstor: y ustedes no deberían estar acá! Vayan al mercado que es donde deben estar.
Comerciante 2: nosotros también ayudamos a pelear contra esos germanos, y se suponía que debíamos estar en el mercado, jejeee…  Por cierto (mirando a Raczo) él es mi hermano Chapa, yo soy Chepe, y este distraído es mi hermano Orson. Somos trillizos. XD
Raczo: wuau! Pero y orson no es idéntico a ustedes , además por qué no le pusieron el mismo nombre? O sea, no debería llamarse Chipi?
Chapa: creemos que es adoptado, jeje…
Chepe: shhhh!!!! Que no se entere.
Orson: de que ah? Que hablan?
Chapa: de nada hermano.
Todos: jajajajajaa… 

Néstor: bien muchachos, ya es hora de que se vayan, tenemos que conversar unos asuntos privados acá.
Baltasar: creo que se pueden quedar, al fin y al cabo todos se van a enterar, recuerda que esta aldea es una de las más chismosas de todo Travian. tarde o temprano todos se van a enterar. 
Néstor: en eso si tienes razón. Bien Raczo puedes empezar.

Raczo: Pues para empezar, mi verdadero nombre es Alexander Lynos, pero pueden decirme Alex. Mi pueblo desapareció a hace poco. En una gran guerra que tuvimos.
Baltasar: ¡yo sé quién eres! (todos lo quedaron mirando, consternados por lo que acaba de decir). Sí, esa formar de pelear, la manera en que dominas la lanza y la espada, sobretodo la lanza, usas el antiguo estilo hoplita de pelea. En la historia solo hubo una civilización que la perfeccionó tal y como tú lo hiciste. ¡Eres un espartano! Y si no me equivoco, el último que queda con vida. ¿O me equivoco?
Alex: Tienes razón, en mi pueblo fui uno de los generales de nuestra armada, pero esos tiempos han cambiado ahora solo quiero vivir en paz.
Néstor: ¿Cómo es que eres el único con vida de tu pueblo? ¿Por qué no moriste en esa guerra?
Alex: No tuve la oportunidad de pelear en esa guerra, mi rey me encomendó una pequeña misión, y me alejó por completo del campo de batalla, una noche antes de que esta guerra estallara. Algunos años después, cuando regresé a mi pueblo, todo estaba destruido, los edificios, los centros de producción, todos los habitantes habían sido asesinados, incluidos mi esposa y mi pequeño hijo.

Todos se sintieron mal al escuchar a Alex contar su triste historia, ni siquiera podían mirarlo directamente a los ojos.



Alex: es así como me alejé de todo y quise rehacer mi vida, y por lo menos tratar de olvidar esos horribles sucesos pasados. Me deshice de mi lanza, mi escudo, mi espada y todo aquello que me hiciera recordar Esparta. Luego deambulé sin rumbo, de un lado a otro, hasta cruzarme con estos tres y los seguí hasta acá. Con la intención de vivir en una aldea, sin tener que derramar sangre ajena.
Néstor: ¿Es por eso que, en la pelea que tuviste contra uno de mis imperianos, no luchaste como sabias?
Alex: si, no es que me crea la gran cosa,  pero hubiera derrotado muy fácilmente a tu soldado ese día,pero como te dije, ya no quiero pelear, así que me deje ganar, y en realidad esos golpes no dolieron mucho, ya estaba preparado para eso. La única que pudo dejarme inconsciente fue Cecilia, es que me agarró desprevenido.  (todos rieron, menos Cecilia, quien parecía estar mirando al vacio).
Néstor: me hubiera gustado que formaras parte de nuestras tropas, pero respeto tu decisión, puedes quedarte todo el tiempo que quieras y vivir la vida pacífica que deseas.
Alex: Gracias, por todo. Y, que dices Cecilia, ¿puedo quedarme en tu casa un tiempo más?

Cecilia seguía mirando al vacío, el cabello le cubría el rostro, al parecer estaba llorando, de repente salió corriendo de la casa, sin decir nada, Alex se disponía a seguirla, sin embargo Baltasar lo detuvo.

Baltasar: ¡Déjala! Necesita unos momentos a solas para pensar las cosas, enterarse de todo lo que has dicho no ha sido fácil para ella.
Alex: ¿Porque?
Baltasar: serás buen guerrero, pero se vé que eres bien imbeeeecil para estas cosas, acaso no te has dado cuenta del motivo de la tanta preocupación y atención por parte de ella hacia ti.
Alex: eso es porque es muy buena, y yo estaba “herido”. 
Néstor: bien, dejémoslo ahí, yo me retiro, tengo que ir al cuartel.

Saliendo de la casa de Cecilia, llegaba corriendo un legionario hacia donde estaba Néstor.

Legionario: Señor, algo terrible ha pasado.
Néstor: Explíquese soldado.
Legionario: estaba en el puesto de vigilancia, y vi salir corriendo a Cecilia de la aldea, estando afuera, se detuvo cerca del bosque, y al instante 2 paladines la cogieron y se la llevaron. Llevaban los estandartes de los germanos que nos atacaron.

Alex apretó los puños, quiso salir corriendo, pero Néstor lo detuvo.

Néstor: ¿a dónde crees que vas?
Alex: voy a la armería y luego voy a rescatar a Cecilia.
Néstor: pues claro, puedes hacer eso y sacrificar tu vida en vano, o podrías esperarte a mañana y acompañarnos a mí y a mi ejército a destruir a esos traidores y de paso rescatamos a Cecilia también.
Alex: Pero para mañana podría estar muerta!
Néstor: Si vas ahora solo, sin ningún plan o estrategia, no tendrás éxito, por más espartano que seas.

Alex se quedo pensando, ir solo era muy arriesgado, pero ir mañana podría ser demasiado tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario